ORIOL -090813- FORTALECER EL PODER SAGRADO DE LA LUZ, EN LA TIERRA......

                                                                                                            

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Oriol -090813-

Oriol

Fortalecer el poder sagrado de la luz, en la tierra....

Todos los reinos, son la expresión del compartir en su mayor reflejo de extensión planetaria. Toda energía que sea manifestada, desde la máxima prioridad del compartir, establece el orden primero a través del cual, las experiencias se manifiestan como reflejos del mayor estado de luz, desde el primer aspecto del sacramento planetario. A mayor conexión con nuestro Yo Superior, mayor es el don a través del cual vivimos la libertar, del espíritu manifestada a través de la forma. La presencia del alma, otorga el compromiso real del conocimiento. Por el contrario, vivir sumergidos en la forma, no puede ni podrá nunca, manifestar el don del espíritu, si no es a través de El. Los grados o dimensiones, por donde transitan sus resonancias, alberga una fuerte manifestación desde donde son reales, las influencias de nuestros planetas astrales, (vislumbrados desde el principio de nuestra identidad), actuando a través de su identificación con la graduación, de nuestra identidad. Como principio de una eterna manifestación de nuestro conocimiento, las hélices sagradas de Gaia, emprenden un principio de resonancia a través del cual, toda expresión acontece en su primer principio.

La presencia a través de la cual, levantamos nuestros atributos planetarios como humanos, no es la forma física a través de la cual, compartimos este aprendizaje. Esta es la ramificación de los elementos que componen la integridad del planeta donde residimos, para elevar la mayor actitud, desde el compromiso mental superior. De esta forma la presencia de nuestra integridad física, nos ayuda a liberar patrones de comportamiento mentales, y enfermedades que tenemos que manifestar, para el desarrollo de la mente concreta. Esta ayuda en la integridad de la manifestación de la mente superior, estableciendo el mayor de los dones espirituales en la tierra. La actual manifestación de la presencia del alma, es la matriz a través de la cual el alma no enferma, ni actúa a través de la mala intención, (como representa de forma constante la mente humana), por el contrario, el alma vibra en la constante manifestación de la luz, y su expresión, por encima del vehículo físico. La resonancia de nuestras almas, establece la manifestación a través de la cual, la presencia primera establece el primer eslabón, desde el cual la formación interpreta la fusión de los elementos, en su dignidad soberana.

A través de nuestro conocimiento, (representadas a través de nuestras propias lineas de tiempo), las cuales integran la perfección del mas alto conocimiento, al ser manifestado, desde la plena integración de las muchas experiencias que vivimos, en el pleno desarrollo de nuestro aprendizaje, cuando sean directamente reafirmados, por las esferas o cuerpos que se nutren de ellas. El emprender la longitud de nuestras propias lineas de tiempo, fomentamos la verdadera creencia de vivir, una vida soberana por encima de las posibilidades como humanos. Toda energía, es la plena manifestación de todas las circulares de tiempo, que se pueden atravesar dentro del emisor que la realiza. Esta toma de consciencia, demuestra la longitud a través de las ondas de realización, que mantienen nuestra resonancia, con el principio que las rigen. La presencia otorga la limitación, a través de la cual, estas son manifestadas, dando lugar a la plena integración de los registros sagrados, de nuestra manifestación soberana. Esta establece el orden, desde los vehículos etericos a través de los cuales, siguen la transición hacia el espíritu. Cada nuevo día que vivimos como humanos, realza su manifestación a través del acercamiento de su manifestación. Activar este conocimiento, deja en una segunda posición vuestra mente racional, la cual se extiende como los conocimiento, que refuerzan vuestra verdadera eternidad. Estos siguen actuando en la conjunción de la hélice sagrada de Gaia, donde reside el conocimiento eterno de toda la galaxia, a través de nuestra residencia.

Tomar partida de nuestras posibilidades, nos abre un amplio abanico de posibles experiencias, que nos acercaran a visualizar el verdadero potencial, en constante equilibrio,  entre las energías que ejercen la balanza de polaridad, en la tierra. Estar en pleno equilibrio de las facultades, tanto físicas como multidimensionales, otorga al huésped que lo mantiene en pie, el poder que se manifiesta, como la conjunción con todas esas energías, que nos rodean. No es representado el poder, como una única manifestación ya que el, lo abarca todo en su mayor extensión, elevando a sacrilegio cualquier actitud desde el principio, donde es regido. La presencia es una formación mas de la energía una, que emana en construcción con el mas alto propósito de ascensión, en la tierra. Cada forma de vida, es una milésima parte de la hélice sagrada de Gaia, abriéndose paso a ser manifestada, con la presencia del mas alto, agradecimiento y colaboración planetaria. El linaje de la tierra, pertenece a una civilización muy avanzada a nivel mental, que se comprometió desde su actitud soberana, en el presente estado de graduación, desde la intención de todas esas mentes, que se liberan a través del formar actuando como parte de ello, en su total manifestación.

Las zonas planetarias, donde residis forman parte de vuestros linajes planetarios, no actuéis a través de ellas, como una experiencia transitoria, agradezcamos estos regalos que nos han sido entregados, y hagamos ofrendas por ellos. La presencia de un nuevo tiempo, otorga la genialidad del espíritu en su mayor grado de manifestación. La naturaleza, crea vínculos con todas esas mentes, que se abren de veras a fluir, en la libertar del ser en su mayor expresión. Contemplar la extensión de vuestros verdaderos registros sagrados, otorgara la genialidad de ser eternos, en su mayor expresión. Desde esta cuadricula de tiempo, (transición de las lineas de tiempo, en proceso de reconstrucción), nos ayuda a adoptar consciencia en su mayor expresión. Dando lugar a permitir que ese flujo de luz, que atribuye que los registros de todas las entidades de nuestro sistema solar, son formas de vida en constante manifestación desde nuestro verdadero conocimiento, ya que se han liberado, para cumplir con la parte de su contrato planetario. Este contrato, para muchos de nosotros forma parte, de reajustar nuestras existencias a través del equilibrio óptimo, para ejercer desde el mayor don de libertad, la formación constante a la hora de aportar nuestra luz del alma, a esa hélice sagrada de Gaia. 

El despertar masivo, que esta ejerciendo Gaia dentro de la ampliación de consciencias, (transición real de los dos ejes, que ocupan la rotación del planeta tierra), ejercen un puntal mas que importante, a través del hacernos reconocer de veras, nuestra identidad planetaria y formar así, el mayor de los atributos para los que fuimos enmendados, fortalecer el poder sagrado de la luz en la tierra. El integrar el reflujo de nuestra identidad, trasciende el tiempo y el espacio que contemplamos como una realidad, (mas bien es una realidad tridimensional, para potenciar nuestros egos), creando de forma directa, una alejamiento del ser en unicidad. La luz, aun nuestro estado de evolución se contempla, a través de la constante emanación de nuestras mejores referencias, a través de las acciones que llevamos a cabo. El compromiso sagrado, eleva a óptima manifestación, cualquiera de las experiencias que llevemos a cabo, para realizar un bien planetario superior. Los ocho centros o chacras de nuestro cuerpo, crean la manifestación de la conjunción planetaria, de la hebrea sagrada de Gaia. La efusión del real conocimiento de los elementos, caracteriza una parte mas que importante de nuestro verdadero potencial, adjuntando a nuestras vidas una visión mas astral superior, de los paradigmas desde donde son manifestados, nuestros pensamientos e emociones. Cada uno de ellos, actúa como manifestación del mas alto porcentaje de luz, una vez es integrado desde la percepción, del real conocimiento.

Las constantes vitales de nuestros cuerpos, de la misma forma que las resonancias en extensión de planetas regentes del sistema solar, manifiestan la proyección de todas esas resonancias electromagnéticas, en armonía con las eclípticas del sistema solar, las cuales a un nivel superior de consciencia, (al cual representamos nosotros ahora), nos entregan conjuntamente con los aspectos sagrados, (atributos sagrados de nuestras esencias cósmicas). El conocimiento, otorga la manifestación del mas alto contacto con nuestro Yo Superior, haciéndonos resonar con las regiones del planeta, a a través de nuestro verdadero conocimiento. Las extensiones de luz de nuestras identidades, las cuales se manifestaran como una conjunción del espacio presente, (donde residimos actualizando nuestros conocimientos), seguirán extrayendo las energías de las regiones del planeta, con la que vibremos en infinita resonancia. La constante influencia, de ciclos karmicos de tiempo en circunstancias, nos aferran a una zona del planeta, para cumplir con nuestros propósitos en la tierra. Los planetas que rigen nuestra esfera de rotación solar, intervienen en la manifestación del ciclo de la hélice sagrada, dando lugar a contemplar la unicidad a través de la conjunción de los Mundos libres. 

Los aspectos Masculino Femenino, regentes de los planetas en asociación con la presente ascensión planetaria, manifiesta la intención real de entrar en resonancia, con las mas elevadas manifestaciones dentro de la consciencia una, extendiendo así la onda de luz, a todas las familias planetarias, desde el equilibrio universal. De esta forma, las múltiples facetas en construcción de la hélice sagrada de Gaia, en el presente de nuestra ascensión como humanos, fortalecerán nuestros presentes, a través de la intención del verdadero conocimiento. Los ciclos de manifestación planetaria, a través de las influencia exteriores de otros planetas en nuestro sistema solar, configuran las estancias a través de las cuales, se prolongan y de que forma, en este tiempo de transición planetaria. Consumar en la presencia del espíritu, nos abre las puertas a vivir, en plena integración y manifestación del alma. Mientras experimentamos cambios diversos, en nuestras formas de ver la vida, son re-calibrados aspectos energéticos que vuelven a su posición original, sin la intervención de nuestras mentes. Los mismos flujos que intervienen a nuestro alrededor, fortalecen y de que forma la manifestación de una constante expresión de luz, a través de la cual son contempladas nuestras verdaderas decisiones, como seres humanos.

Los cambios, actúan como condicionado res personales a través del verdadero conocimiento de nuestra integridad como almas en evolución. El tiempo pasa a ser espacio, y este trasciende la ondulación de nuestras experiencias, mas allá de nuestra experiencia de tiempo lineal. La matriz del fractal extiende en su mayor extensión, los requisitos soberanos, a través de los cuales la razón y el compromiso soberano, se unifican a través del principio de unicidad....