lunes, 1 de julio de 2013

ORIOL - 010713 - KARMA Y DHARMA, LA MANIFESTACIÓN DEL DRAGÓN ALADO...

                                                                               


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Oriol – 010713 –

                                                             Oriol - 010713 -, 16:40h

                                       Karma y Dharma:

                                               La manifestación del Dragón Alado

Las rondas de tiempo, las cuales siguen estableciendo en nuestra periferia de tiempo, (espacio temporal de conocimiento), las múltiples influencias que demarcan, el transcurso de la plena manifestación de los  transigentes cambios, que están por venir, a través de nuestras experiencias.

Este es uno de los temas, que en la Era actual nos ayudaran a complementar nuestras propias enseñanzas. A mayor conocimiento de nuestras posibilidades, más instruidos y adaptados estamos a los cambios, que viviremos de forma rápida. La rapidez a través de la cual vamos a vivir los próximos acontecimientos, fortalecerá la representación de los contratos, que firmemos ante nuestra propia evolución. La rotación de nuestras esferas astrales, contemplara las múltiples posibilidades que nos hacen construir, un mundo de luz empezando por nuestra propia personalidad, la cual está ligada a los acontecimientos más presentes, dentro de nuestro llamado tiempo lineal. El Karma deja de jugar un papel importante, en nuestras vidas, cuando el Dharma se apodera de nuestras intenciones, y de ese trabajo constante en el Servicio y la entrega, a los demás.

Muchas son las experiencias, y acontecimientos que transcurren a nuestro alrededor, (formando energías, que a través nuestro, influyen y de qué manera, en nuestras propias experiencias). No intentemos modificar nada a nuestro favor, y dejemos que la misma vida, (flujo de energías donde nos tendríamos que regocijar, nos modifiquen a la luz del Creador). De esta forma, mientras adquirimos consciencia de ellas, se fortalecen a través nuestro, nuestros propios destinos, los cuales cambian constantemente, a través de nuestras propias elecciones. No existe nada fijo, que pueda alterar el orden de nuestras propias experiencias. Los ángulos o puntos de vista, (estados transitorios de manifestación, según el grado de pureza de nuestro interior), delimitan o amplían nuestras experiencias, a través de las cuales, tenemos una ampliación mas que directa, de la representación que estamos viviendo, ya que actuamos como observadores y no como actores, de nuestros propios Karmas. Las rondas de tiempo, las cuales siguen estableciendo en nuestra periferia de tiempo, (espacio temporal de conocimiento), las múltiples influencias que demarcan, el transcurso de la plena manifestación de los  transigentes cambios, que están por venir, a través de nuestras experiencias.

Ya cite anteriormente, que el destino cambia de forma constante, atribuido a una visión de tiempo tridimensional, a través del seguir estableciendo la constante rotación del espacio, donde nuestras almas, se agrupan desde el inicio, con el alma una. Cualquier manifestación desde un ángulo de tiempo, sigue su curso de transformación, elevando los grados a través de los cuales, a mayor integración más elevada y directa, es la transición de nuestro propio conocimiento.  A mayor libertar de todos los cuerpos, mayor es la expresión a través de la cual, el espíritu vibra en su total manifestación. El vibrar en la propia densidad de tiempo donde residimos, (como mentes lineales de extensión tridimensional de baja densidad), nos impide reconocer, las deudas que vivimos a título personal, (Karmas individuales), hasta llegar a su propia experimentación. No hay ni existirá nunca, mejor aprendizaje, que el vivido a título personal, dando lugar en la extensión de tiempo donde residimos, a reconocer dentro de un prisma más global, (extensión de consciencia lineal), cuales son y como actúan estas energías ante nosotros, ya que de esta forma,  adquiriremos su propio aprendizaje.

Para llegar a transmutar el Karma, adquirimos consciencia, de que tiene que ser vivido a título personal, cuando de forma directa, todas esas energías que son compartidas, (influencias con otras almas dentro de aspectos de liberación), a través del tomar consciencia de veras, de la unidad con otras almas, desde el trabajo personal del corazón, ya que han habido elecciones personales, creadas para un bien mayor, que han influido de forma considerable, en las elecciones de otros humanos. A niveles Almicos de expresión, no existen deudas a  cumplir, ni karmas que transformar, ya que el alma es el vehículo de luz, desde el cual el cuerpo manifiesta su ascensión.  Por el contrario, sí que podemos ver, como existen almas implicadas en estos Karmas, pero su implicación es totalmente física, para poder adoptar mas conocimiento de causa. El Dharma se mantiene en pie, a medida que los acontecimientos fluyen como fluyen nuestras experiencias, constantemente sumidas en el servicio desinteresado, hacia los demás. Todo lo que demos desde el corazón, será devuelto a nosotros, con mayor integridad.

Entre el Karma y el Dharma, existe un pequeño abismo, que delimita nuestras propias experiencias de aprendizaje. Adquiramos consciencia de ello, y el abismo será cada vez más pequeño. Si pensamos en la transformación de nuestros errores, estos se llevan a cabo de forma constante, mientras que cuando escondemos nuestros propios pensamientos hacia los demás, estas deudas se amplían de forma considerable. Recuerdo un mensaje del Maestro Jesús, en el que me decía, “La mayor liberación de vuestros Karmas, será manifestándolos hacia vuestro exterior). Si expresamos nuestros problemas, con  las almas que nos rodean, estas energías se abren a ser extendidas, y dentro de esta extensión empieza el proceso de transmutación, de los registros internos, en Dharmas planetarios. Los estados que desenvuelven nuestros propios grados de visión, (graduación de nuestras consciencias, y estado de luz que irradiamos hacia fuera), articulan nuestras propias experiencias, sumidas en una eclíptica de tiempo, dentro de la fragmentación de nuestras psiques. (Las líneas de extensión, fortalecen las alianzas estelares entre aspectos y atributos, que renacen como flores, en este tránsito de Cáncer, en nuestras vidas).

Estos se infunden, en la manifestación divina a la hora de ser reales, (a mayor realidad, mayor es el Dharma, que se acerca a nuestras vidas), ya que en múltiples ocasiones, seguimos sosteniendo el Karma por el no reconocimiento exterior, cuando en realidad a mayor reconocimiento, mayor es la extensión de liberación de esas energías. Como mentes humanas, hemos adoptado ese estado de transición, a través del cual siempre seguimos, a la espera de los propios acontecimientos, que nosotros mismos hemos de adquirir, todo dolor físico y mental, es la representación en la Tierra como humanos, a través de la forma, de un bloqueo o Karma, de energía que tenemos que transmutar, (ya que son creaciones propias, influencias de nuestro mental inferior, a través del cual, la toma real de consciencia crea Dharma, sin influir en nuestro propio entorno), dando lugar a tener que asistir de veras, un proceso de interiorización, cuando en realidad, la presencia de transición adopta esa percepción, a través de la cual tenemos que construir a través de la presencia real, de ser quienes somos en realidad. (La luz sale de nuestro corazón, y este corazón la extiende como los reflejos del Sol, a través nuestro).

La construcción del reconocimiento, el cual se sumerge en la constante expresión del despertar del dragón alado, (centros de energía desde la Kundalini), sigue delimitando los acontecimientos, que de forma más que notable, vienen impuestos por los atributos que vivimos, siempre a título personal. Las lecciones o acontecimientos que forman parte de la liberación de nuestros Karmas, fluirán de la misma forma, que las energías que nos rodearan, para re-calibrarlas a través de nuestros Dharmas. Dejarnos llevar por quienes somos en realidad, bajo la influencia de las energías de 3-D, solo nos mantiene influenciados por los acontecimientos exteriores, que tenemos que conocer, (solo el conocimiento más interno, nos acerca a ser quienes somos en realidad, en su mayor expresión), y  es a través de ese conocimiento, que se amplía la onda de expresión, de nuestro propio Dharma.  Por el contrario partida, el Karma de nuestras propias vidas, en múltiples ocasiones se extiende vidas tras vidas, ya que durante la estancia de una travesía, se delimita el tiempo según nuestro propio conocimiento,  a través de los influjos constantes de la reflexión, de nuestros propios problemas mentales. A mayor conocimiento de toda nuestra expresión, no solo como humanos, sino a través de los vehículos y los centros o rueda de manifestación Solar en la Tierra, a través de los cuales nuestras consciencia se amplían, dando lugar a reconocer e integrar los Karmas de nuestras experiencias, y integrarlos en Dharmas.

La baja densidad de nuestros propios puntos de visión, (influenciados por las bajas densidades de nuestras psiques en transición), interfiere de forma directa,  en la presencia de nuestro Espíritu, el cual re-ajusta las experiencias dentro de una visión mas interna, de nuestro propio aprendizaje como humanos, a través de la integración del Dharma, que tiene que despertar.  Este despierta, de la misma forma que se duerme el Karma, y deja de vibrar en nosotros. Los abismos de nuestras experiencias, (estados de transición desde donde acontecen nuestras vidas),  nos hacen incidir de forma constante, en las múltiples posibilidades a través de las cuales, son representados los acontecimientos, desde donde son extendidas las múltiples facetas, de nuestro propio crecimiento personal. Este se manifiesta, desde la plena intención del despertar del Dragón Interno, desde el cual acontecen los esquemas reprogramados, de nuestro interior, llevados a cabo desde el régimen sagrado, de nuestros propios hologramas personales. El dragón lleva en si el Fuego de la Purificación, y todo lo que transcurre a través de él, es sanado en la luz del Espíritu. La presencia de los hologramas de vuestra personalidad, trascurren en los sueños de la deidad que se siembran como semillas, de la Nueva Tierra.

Las experiencias o atributos que florecen en el presente, nos enriquecen de forma multidimensional, ayudándonos a transcender la linealidad de tiempo, a través del dragón alado de Luz,  (desde los estados más elevados del Ser, que se manifiestan como reflejos de luz, a través de nuestras pieles en sus capas más internas), ya que viviremos una mudanza, a través de la graduación de nuestras psiques. Las estancias o tránsitos Karmicos, serán retribuidos por la rotación de los planetas que influyan en nosotros, dando lugar a la extensión de las eclípticas, que forman la rotación planetaria. La formación personal desde la cual, son retribuidos los anales históricos, fortalecen en su mayor expresión, las alianzas estelares como lazos celestiales, (que nos abrazan en la presencia del Espíritu), para representar directamente la estación desde la cual, nos fortalecen los constantes implantes, que requieren ser quienes somos en realidad, desde el estadio más elevado de luz,  para formularnos a nosotros mismos, las influencia de la presencia del dragón, desde la intención de establecer el cambio tan deseado, desde el cual empezar a vislumbrar, los posibles acontecimientos de nuestra liberación, o nuestro Dharma.

Son muchas las preguntas que nos hacemos de forma contante, a nosotros mismos y a las personas que nos rodean, referentes al Karma y a la forma de liberarlo. Estas preguntas, fortalecen los compromisos de nuestra propia inteorizacion, (en los reinos etericos, desde los lazos celestiales), a medida que construimos los abismos de nuestros propios caminos, hacia la liberación de nuestro propio ser. Estos son contemplados desde la extensión del dragón alado, para fortalecer los principios del Espíritu del Dharma, a través de la comprensión y la fortaleza de la transmutación. Si andamos con seguridad y compromiso, nuestros pasos son firmes y esta firmeza actúa directamente, haciéndonos asumir quien somos en realidad, y cuáles han sido nuestras acciones, para cumplir de veras con esa liberación, a través de su propia integración. La presencia, se abre paso a un abismo de posibilidades, que nos ayudaran a integrar la fuerza para desdoblar posibles transiciones, que viviremos hacia la luz. Toda energía que es creada por nosotros,  viene representada por una efusión de energías, delimitada por el conocimiento o condicionamiento, que pueda influir a través de ella.

Recordad la extensión de dualidad que acontece a nuestro alrededor, y la influencia Karmica que delimita nuestras vidas. Actuemos con consciencia de causa, y dejemos de influir en nuestros actos a través de otras personas, que influirían de forma notable en nuestras vidas. Existen lazos creados ya desde existencias anteriores, los cuales tienen que ser liberados, aun esta liberación pueden influir en nosotros, representado a través de otras almas, que quieran cumplir sus propósitos a través nuestro. Si la expresión de esta energía, la cual llega a nosotros desde el exterior, actúa en nuestras vidas a través de implicar a otras personas en nuestras decisiones, liberémosla a través del Amor, y de esta forma no crearemos Karma, y no solo será para nosotros, sino que tal influencia afectara a otras personas con nuestras acciones. Formulemos la transición del dragón, y liberemos a todo nuestro alrededor del Karma para la implantación del Dharma. Podemos liberar Karma, y construir un global más elevado ayudando a otras personas, a liberase de sus propias deudas, toda liberación nos acerca más a Dios.

Muchos de estos Karmas, viene influidos por la indecisión de nuestras propias responsabilidades, las cuales a través de verse influenciadas  a través de otras personas, (desde un aspecto mental de tiempo,  nos acomodamos a no vivirlos a título personal y en soledad). Así mismos, tomamos plena consciencia de nuestras experiencias, y asumimos a título personal nuestras acciones, liberando de energías que no les pertenecen a otras almas, cercanas a nosotros. Las energías que nos rodean, han formado parte y la formaran siempre, de múltiples aspectos, los cuales influyen en nosotros a través de nuestras propias acciones. La rotación de nuestras experiencias, o líneas de tiempo en transición, fortalecen nuestras vidas despertando en nosotros múltiples acontecimientos, (acontecimientos desde los cuales, adoptamos diversos atributos tanto personales como exteriores, dentro de esos condicionamientos mentales, que fortalecen las alianzas Karmicas). La mente humana, a seguido siempre, los múltiples grados desde la acomodación de nuestras psiques. De esta forma, la consciencia en acción, o la toma real de responsabilidad, nos acerca a percibir quienes somos, y cuáles son nuestros propios destinos como humanos.


Si miramos las energías del Karma, como una eterización de  nosotros mismos, estas siguen a nuestro alrededor influyendo de forma constante, como reflejos de nuestros propios problemas, que constantemente nos afectan. Por el contrario, si afrontamos quienes somos en realidad, estas mismas energías son integradas por nuestros corazones, y fluyen a través nuestro, dando lugar a la inter-relación con nuestros Dharmas. La liberación de tal energía, solo puede ser representada a través de la constante reflexión, y la directa intención a través del Amor. La emanación directa de cualquier acto, manifestada a través del Amor, es la matriz más elevada sumida en la transformación directa, de esa energía que no bloquea y nos impide ser nosotros mismos, como Espíritus en la Tierra. Alcanzar el citado Dharma, es tan profundo como alcanzar el mayor grado de compromiso con nuestros actos. Así sea, eternamente…

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